30 de junio de 2012

La pornografía y las fantasías XXX

El porno, en muchos hombres, es el primer referente en material sexual. ¿Cuál es su influencia en la relación de pareja?


Todo parece sencillo en el mundo del porno. Un repartidor de pizza que llega a la casa de una soltera puede terminar acostándose con ella. Un hombre de negocios que viaja en un avión es capaz de recibir la esmerada atención de una fly hostess muy excitada. Hasta Los Vengadores –no las locales Vengadoras, ojo– tienen tiempo para revolcarse entre sí: una parodia erótica ha causado furor en las últimas semanas.
Pero todo esto no es real. No obstante, muchos hombres intentan replicar con su pareja aquello que aprendieron en los videos XXX. Algunos detalles pueden funcionar, cómo no, pero tomarlo al pie de la letra puede ser un motivo de decepción. En tal sentido, mencionemos cuatro aspectos del porno convencional que difícilmente se ven reflejados en la vida real.

ELLA SIEMPRE ESTÁ LISTA
Las mujeres necesitan ser estimuladas con paciencia y cariño antes de proceder a la penetración. He ahí la importancia de los previos. Sin embargo, los previos del porno suelen ser un mero trámite que dura escasos minutos. A veces, incluso, se pasan por alto. Un error frecuente es que muchos hombres, ‘educados’ por el porno, también se olvidan de esta fundamental fase.

GRITOS DE PLACER
Según la sexóloga Alessandra Rampolla, solo el 25% de las mujeres alcanza el orgasmo mediante la penetración vaginal. Pero, ¿qué se observa en el porno? El hombre penetra a la mujer durante diez, quince o veinte minutos sin parar, mientras que ella grita de placer a cada momento. En el mundo real, la estimulación del clítoris es lo que hará gemir de placer a las mujeres.

GRANDE Y DURADERO
¿Es posible que un hombre normal sea tan aventajado y duradero como un actor porno? Lo cierto es que la mayoría de varones tiene un pene que oscila entre los 11 y los 16 centímetros en estado de erección. Apenas el 2% de los hombres tiene un miembro mayor a 20 centímetros. Asimismo, el clímax masculino puede alcanzarse a escasos minutos después de haberse iniciado el coito (en el caso de los eyaculadores precoces, esto sucede dramáticamente más temprano), por lo que el sexo maratónico del porno es poco habitual.

¿DISPUESTOS A TODO?
En las películas porno nadie pide permiso. Nadie se niega, las acciones fluyen naturalmente. Sin embargo, las reglas son distintas en una pareja de verdad. Por ejemplo, a todas las mujeres no les gusta el sexo anal, así que, a diferencia de las generosas y permisivas pornostars, hay que dialogar y prepararse para practicarlo adecuadamente.

DATOS
- Un estudio de la Universidad de Florida descubrió que el consumo de material pornográfico por parte del hombre puede afectar la autoestima de la mujer.
- De acuerdo con una encuesta realizada por el portal Askmen, el 36% de hombres cree que el sexo real no es tan placentero como la pornografía.